domingo, 22 de febrero de 2009

¿QUE ES EL PLAN ANDINIA?

Theodor Herzl, el joven periodista judío que fundó el Sionismo y organizó el Congreso de Basilea en agosto de 1897 (cuyas copias de las actas se conocen públicamente como "Los Protocolos de los Sabios de Sión", que explicamos en la sección "La Conspiración Sionista Mundial" de esta página) tenía el sueño entonces imposible de crear el Estado Judío o Israel, eligiendo su ubicación de entre dos puntos geográficos muy diferentes: Palestina, el hogar bíblico-talmúdico, y Argentina, con un territorio vastísimo, poco poblado, inmensamente rico pero no bien explotado, proyectándose sobre la Antártida y controlando el paso entre dos océanos, lejos de los centros conflictivos del planeta. Fue fijado un plazo de 50 años y en 1948 vemos como con ayuda del Barón judío Maurice de Hirsch y toda la familia Rothschild, Lord Balfour avala la fundación de Israel en territorio palestino con toda la horrenda secuela de despojo y muerte que incluso hoy sigue desgarrando al valiente pueblo.
El interés por establecer un Estado en América ha sido públicamente reconocido por muchos autores judíos a lo largo de la historia, algunos desde épocas muy anteriores a la fundación el Sionismo. Así lo ha admitido Simon Wiesenthal en algunos de sus libros, en los que reconoce que la Conquista de América fue propiciada por judíos europeos con Colón a la cabeza, de modo que este deseo tiene muchos siglos. Algo parecido podemos deducir del título del libro del judío Edmundo Waisman: "Sudamérica, La Nueva Jerusalén". Sin embargo, la ubicación precisa de este Estado Judío en América, así como los pasos que en la actualidad se han dado persiguiendo su fundación, son datos de difícil acceso y guardados con celo.

Pero en 1882 el judío ruso León Pinsker había publicado el libro "Auto-emancipación" para plantear el mismo sueño. Aboga sin embargo -y muy apasionadamente- por la alternativa argentina propuesta por Herzl, específicamente por lo que llama "sus posibilidades prácticas", creando con ello una fuerte corriente sudamericanista entre los judíos de aquellos días, muy agitados además por la actividad que daría origen al Sionismo. Palestina les atraía más bien por valores históricos y religiosos que prácticos, además de ser más fácil y rápido un traslado hasta ese lugar que al otro lado del mundo. Por eso, la idea tentó a muchos judíos y llegó a causar algunas de las tan frecuentes discrepancias dentro del Sionismo, especialmente cuando judíos como Nordau y el propio Herzl comenzaron a analizar la posibilidad de trasladar su proyecto de Estado hasta África, con lo que encontrarían tremendas antipatías.
Pinsker era esencialmente un tipo pesimista, de modo que no veía con la alegría de sus congéneres los planes de futura ocupación de Palestina, pues creía que por razones políticas y geográficas este territorio no era el más adecuado para dar solución a los millones de judíos provenientes de Rusia (y en parte tenía razón, pues para que los judíos ocuparan a la flamante Israel debieron ser expulsados de allí cerca de 5.000.000 millones de palestinos), que emigraban desde allá escapando de la pobreza y no por "persecuciones" o los famosos "progroms". Por tal motivo, Pinsker funda su teoría auto-emancipante con la vista puesta en Argentina, inspirado además en el extraordinario éxito que había tenido el Barón de Hirsch, al trasladar a miles y miles de serfaditas y aschkenazis a ese país.

Sin embargo, Pinsker moriría prematuramente para el Sionismo, aunque con la satisfacción de ver al Barón de Hirsch cumpliendo su sueño y con un movimiento dentro de la judería que lo apoyaba.

Luego de los desencuentros, finalmente, parece ser que el algún momento llegan a la mejor solución: se establecen abiertamente en Palestina mientras continúan la ocupación encubierta del territorio argentino a fin de establecerse allí en fecha posterior, de la misma manera que en el Medio Oriente. A los 50 años fijados para la fundación de un Estado en Palestina, proyectaron otros 50 años más luego de la fundación de este último (que tuvo lugar en 1948) para repetir la misma experiencia, pero en Sudamérica. Si sacamos las cuentas, vemos que estamos en el momento preciso para el cumplimiento de esa segunda proyección...

Pues bien: el traslado de Israel al Cono Sur de América -con el despojo de territorios, desplazamientos humanos y esclavización implícitos- es el llamado PLAN ANDINIA, aunque su conocimiento público es más bien reciente y, por haberse filtrado a la luz, bien puede haber sido rebautizado con otro nombre.

Hay muchos documentos y pruebas irrefutables de que un proyecto para fundar una "Nai Juda" ("Nueva Judá") en la Patagonia se estaría llevando a cabo al menos desde los años '40, aunque nos sorprende que esto sea increíblemente poco conocido, incluso por muchos grupos nazistas de Hispanoamérica y del mundo. El tema, en sí mismo, es tremendamente mal sabido y muy poco tratado, quizás por ser aún algo reciente, de modo que intentaremos aportar una luz al respecto.
Partiremos por presentar uno de los principales hechos perpetrados por la judería en relación al asunto...

El 23 de marzo de 1969, en días de mucha agitación social en Argentina, entre las 21 y 23 horas, se realizó en el Templo Israelita bonaerense de Paso 423, una reunión de sobresalientes judíos aschkenazis presidida por el rabino Gordon, del Kahal (gobierno internacional y supranacional judío) de New York. Fue a partir de los comentarios vertidos en esta exposición que se bautizó al plan -entre quienes lo conocen- con el apodo de "Andinia", por corresponder al nombre que Gordon proponía para colocarle al país que proyectaba fundar la judería en Sudamérica, por estar en las faldas de la cordillera de Los Andes australes.

El rabino insistió en la fundamental importancia del plan "cuyo fracaso no se admite", pues tanto Israel como la diáspora, o sea, la judería dispersa en todos los países, dependían del éxito total para su gloria o penuria.

Gordon pasó luego a detallar todas las ventajas agrícolas, mineras y económicas de Argentina para declarar con absoluto desparpajo lo siguiente: "Si agregamos a esto el espíritu y el genio judío, habrán comprendido las enormes ventajas que significarán para LOGRAR EL CONTROL DEL MUNDO, regulándolo de acuerdo a nuestra conveniencia..." Y sigue el maquiavélico análisis:
"Argentina es el país más estratégicamente ubicado en el mundo. Estimando que con los adelantos modernos para la guerra se pudiera atacar, está circundada por la Cordillera de Los Andes, bajo cuyo suelo pueden construirse ciudades y más ciudades para todo nuestro pueblo, todas nuestras industrias, y mantenernos en ellas por años, por ser entonces inexpugnables hasta para la misma bomba atómica". (Durante su presencia en el Ministerio de Obras Públicas de Chile, en 1997, el socialista y posterior Presidente de la República don Ricardo Lagos, casado con una judía, propuso construir enormes túneles artificiales que cruzaran la cordillera del lado Argentino al Chileno, como en las autopistas cerradas de las películas de ciencia ficción).Queda más que claro el interés del Gran Kahal, de los Sabios de Sión, de apoderarse de nuestro Sur Chileno y de toda Argentina. Y debe quedar más claro aún que el macabro plan está en marcha, por todos los medios y todas las vías. Todo lo que se expresó en esta reunión quedó al descubierto gracias a la responsabilidad de una de las personas que a ella asistieron, a pesar de las advertencias de mantener absoluto secreto sobre la misma.

El rabino Gordon explicó además la importancia de la Antártida, que definió como "una gigantesca heladera natural donde puede acumularse la producción de años y más años", a la cual podía accederse desde el extremo austral continental americano. Esto explica las ambiciones artificialmente creadas de Argentina sobre el Canal Beagle y el Territorio Chileno Antártico, motivadas por la judería (aprovechándose del natural y muy fuerte sentido nacionalista de los argentinos), y las intenciones de convertir el continente blanco en un lugar fuera de toda soberanía, como "patrimonio de la humanidad". Grupos de ecologistas como Green Peace y ONG de Europa y Norteamérica son los que más han insistido en el asunto, a pesar de que el tema no tiene nada que ver con su área conservacionista.

Pero para la colonización de todo el Sur Patagónico, era necesario el control del Estrecho de Magallanes, por sus posibilidades estratégicas. Por ello hace falta, además, quitarle soberanía a Chile, tanto más al descubrirse que en caso de guerra atómica la nube radioactiva no afectaría el Sur de Chile y que éste, nuestro país, ofrecía muchas bondades climáticas, estratégico-militares y hasta "geománticas" que Argentina no. Las discrepancias territoriales que aún subsisten entre ambos países eran, entonces, un regalo del cielo para las posibilidades de avance del plan.

Los Protocolos de los Sabios de Sión, que hemos descrito en nuestra sección "La Conspiración Sionista Mundial", exigen gobiernos democráticos para todas las naciones y en nuestro Chile, el gobierno nacional que nos libró de la hecatombe marxista, nos apartó también de dicha exigencia y así nos puso en su momento a la cabeza de toda Latinoamérica. La judería mundial movió entonces sus hilos para boicotear ese gobierno, llegando a arrastrarnos a una guerra; pero no buscaban guerra propiamente tal, sino sólo el desgaste propio de tal situación y la distracción de recursos y esfuerzos. Todo eso, sin llegar a una destrucción territorial. Y la solución del conflicto se deja en manos de un ex-partisano guerrillero eslavo, Carol Wojtyla, a través del cardenal judío Samoré. Se nombran delegaciones por ambas partes a cuya cabeza no van chilenos ni argentinos, sólo judíos. El conflicto del Canal Beagle fue llevado casi exclusivamente por personajes de origen judío. A ambos lados de la Cordillera la subversión armada terrorista ha sido dirigida y protegida también por judíos, descubriéndose recientemente que mantenían misteriosas conexiones con la alta banca mundial. La corrupción, además, parece ser casi un requisito de las democracias que "liberaron" a ambas naciones. Así lo anunció el rabino Gordon esa fatídica noche al decir a los presentes: "En el campo económico debemos acrecentar la corrupción administrativa e ilegal, fomentar y profundizar el agrio y la especulación, llevar a la miseria y a la injusticia a sus últimos extremos, especialmente entre los pueblos comprendidos dentro de la zona de Andinia...". Parece estar hablando desde el pasado de la actual situación de los colonos chilenos australes, como los de la Villa Melimoyu, al Sur, abandonados a su suerte y desprotegidos por años sin que se les construyan accesos a sus poblados ni carreteras.
Junto a la migración en masa de judíos al extremo austral sudamericano, tenemos además la formación de grandes compañías multimillonarias como parte del Plan Andinia, entre las que figura en un lugar destacado la "Jewish Company Association Colonization" de Londres y administrada por el Barón de Hirsch, sumada a poderosas sociedades anónimas de capitales judíos dedicadas a la compra de enormes extensiones terrenos donde se producirán los asentamientos. En Argentina son las "Burge & Born S.A.", "Comega S.A.", "La Forestal", etc. En Chile son "Quintupeu", "Pumalín", "BOMASA", "Inversiones Cranefield Chile Ltda.", "Emasil S.A.", "Forestal Neltume-Carranco S.S.", etc.

Para los judíos devotos de la realización del Plan Andinia, la figura del barón de Hirsch adquiere dimensiones sacralizadas. En noviembre de 1999 una plazoleta de Buenos Aires fue bautizada como "Plaza Barón Hirsch" por petición de una comisión pro homenaje a la memoria del barón, co-presidida por el Hugo Ostrower, presidente de AMIA y el Nicolás Gallo, presidente de AUSA, e integrada por descendientes de aquellos colonos. Fue un acto de naturaleza poco extraordinaria, pero los judíos bonaerenses lo transformaron en todo una acontecimiento, asistiendo a la inauguración el Gran Rabino Shlomó Ben Hamú, los secretarios generales de AMIA y DAIA Noé Davidovich y Carlos Szraibman, cantidades de dirigentes comunitarios judíos y una delegación de la escuela judía del Centro Hebreo Ioná.

El Sur de Chile, estos últimos años, ha sido recorrido incesantemente por numerosas bandas de comandos israelitas, disfrazados como mochileros, y esto ha quedado felizmente descubierto al caer al menos uno de ellos por el cráter de un volcán que exploraban en la ejecución del Plan Andinia. Hoy la prensa nos informa sobre proyectos a ambos lados para traer inmigrantes o colonos "rusos", y ya quedó claro cuando entre 1987 y 1988 el masón Raúl Alfonsín rasgó vestiduras para que se aprobara la traída masiva de israelitas, mientras favorecía descaradamente la intromisión soviética en territorio argentino, supuestamente soberano. Las forestales de Chile, por su parte, derriban todo nuestro bosque nativo con la aprobación de la CONAF, (la Corporación Nacional Forestal, que además les regala dinero más tarde para que "reforesten" con vulgares pinos las áreas taladas), para construir más tarde los poblados que ocuparán los judíos sobre los terrenos destruidos.
Gentilieza E.H.